Los Musulmanes Españoles
Por Yusuf Fernández
http://www.webislam.com/multimedia/presentacion/yusuf.htm
Entre los países de Europa, España fue el que mantuvo durante más tiempo una presencia musulmana en su suelo. El estado islámico de Al Andalus (711-1492), pese a haber sido destruido tras ocho siglos de una brutal guerra por parte de los cruzados españoles y extranjeros, dejó unas profundas raíces culturales en la región sureña de Andalucía y toda España. Entre los idiomas europeos, el español es el que posee un mayor número de palabras de origen árabe -unas 6.000-.
En los años setenta, después de 500 años de silencio y tras el fin del régimen dictatorial de Franco, comenzó a aparecer de nuevo el Islam en tierras españolas. La Constitución de 1978 puso fin al estado confesional católico que regió en España durante cinco siglos. En 1980 fue aprobada también la Ley de Libertad Religiosa, que abrió el camino a la existencia legal de organizaciones religiosas no católicas en el país.
En este momento, se produjo en Andalucía -la región del sur de España donde el Islam estuvo presente durante más tiempo y donde existen numerosos monumentos de la época musulmana tales como la Mezquita de Córdoba, el Palacio de la Alhambra en Granada y la Torre Giralda en Sevilla- la aparición de algunos colectivos de musulmanes. Estos colectivos tenían en general dos procedencias. Por un lado, algunos andaluces, conscientes del esplendoroso pasado islámico de Andalucía, comenzaron a realizar una investigación acerca de su pasado y su historia y en dicha búsqueda hallaron el Islam como mensaje liberador personal y social. En este sentido, Granada, una bella ciudad que fue la última capital del estado musulmán en España, se convirtió en uno de los primeros centros de renacimiento del Islam en España.
Otro colectivo procedía de estudiantes de Oriente Medio, principalmente Siria y Palestina. Arabia Saudí, por su parte, procedió a construir algunos centros islámicos como la Mezquita de la ciudad de Marbella, en la Costa del Sol, para atender a las necesidades de miles de árabes que visitan cada año esta parte del país.
Desde Granada, el Islam comenzó a extenderse a otras ciudades como Madrid, Barcelona y otras. Aparte de la curiosidad por la propia historia de España, el incremento de los viajes de españoles a países musulmanes -especialmente Marruecos y Turquía-, la difusión de libros musulmanes, incluyendo los de los místicos y sabios de la época de Al Andalus, y el desprestigio de la Iglesia Católica entre gran parte de la población por su colaboración con la dictadura de Franco y otras anteriores contribuyeron a elevar el interés hacia el Islam. Miles de españoles abrazaron el Islam en los años ochenta y noventa.
Se calcula que en la actualidad hay unos 20.000 musulmanes españoles de origen. La mitad de ellos, aproximadamente, son mujeres. El colectivo de mujeres musulmanas ha desarrollado en los últimos años una extraordinaria actividad, que se ha traducido en la realización de tres congresos, el último de los cuales tuvo lugar en la ciudad de Córdoba los pasados días 2 y 3 de marzo.
En las pasadas dos décadas, se produjo también un fuerte incremento en la entrada de inmigrantes marroquíes en España. Éstos suponen hoy en día el 90% del medio millón de musulmanes que viven en el país en el momento presente. También creció en importancia la inmigración de otros países como Argelia y Senegal.
Una de las reivindicaciones de los musulmanes en la actualidad es la transformación de la Mezquita de Córdoba -que fue convertida en una catedral católica tras la conquista de la ciudad en el siglo 13 y ha sido declarada recientemente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- en un edificio interreligioso donde musulmanes y católicos puedan realizar sus actividades de culto. Sin embargo, esta petición ha sido rechazada hasta el momento por el Obispado católico de la ciudad, que ha venido impidiendo a los musulmanes el rezar en el interior de la Mezquita. Durante el pasado congreso de mujeres musulmanas de Córdoba el pasado marzo, algunos musulmanes que acudieron a la Mezquita para realizar allí sus oraciones fueron objeto de hostigamiento y agresiones por parte de los guardas de seguridad privados contratados por el Obispo.
Otra reivindicación fundamental de los musulmanes españoles es la aplicación efectiva del Acuerdo de 1992, que fue suscrito por el Estado Español con las confesiones islámica, judía y protestante. Este acuerdo fue firmado en aquel año como parte de la conmemoración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América y la caída de Granada, última ciudad musulmana en suelo español. En dicho acuerdo, que tiene carácter de ley, se reconocían algunos derechos constitucionales a los musulmanes, como el de la posibilidad de dar clases de islam en las escuelas públicas, tal y como hace actualmente la Iglesia Católica, la posibilidad de visitar hospitales, cuarteles militares y prisiones para dar asistencia a los que allí se encuentren y algunos otros.
Sin embargo, pese a ser una norma legal, este acuerdo no ha sido hasta la fecha respetado por el gobierno español. Éste continúa financiando además con carácter exclusivo a la Iglesia Católica, pese a ser España oficialmente un estado laico. Los musulmanes españoles tienen ante sí, pues, un largo camino que recorrer hasta alcanzar los derechos que como ciudadanos les corresponden.