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April - June 2006, Other

Latinos Musulmanes: Un Grupo en Crecimiento

Por Pilar Marrero

La Opinion

9 de Mayo de 2006

Es domingo por la tarde y un pequeño grupo de devotos musulmanes se reúne, como cada dos semanas, a compartir las enseñanzas de su libro sagrado, el Corán, en un salón del Centro Islámico de Los Ángeles, en la calle Vermont.

Lo particular de este grupo es que el idioma en el que llevan a cabo la discusión es el español y que los participantes son de México, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y otros países de América Latina.

Marta Felícitas, quien lleva como segundo nombre el musulmán Khadija, es de Guerrero, México, y se convirtió al islam en 1983, tras un viaje en el que conoció a varios musulmanes de Malasia y trabó amistad con ellos.

“Me impresionó mucho lo respetuosos que eran hacia la mujer, lo cordiales, lo amables. Al final del viaje me regalaron unos libros sobre la religión”, comenta Marta, quien lleva la cabeza cubierta con la pañoleta o hijab tradicional. “Luego seguimos la amistad por carta y yo les pregunté que cómo le rezaban a su Dios, porque pensaba que lo que ellos adoraban era un ídolo y no a un Dios único, como es en realidad”.

Como muchos, Marta no tenía un conocimiento real del islam, a pesar de que es una de las religiones más grandes y antiguas de la humanidad, pero al entrar en contacto con personas que la practicaban, sintió curiosidad, y al mudarse a Estados Unidos, comenzó a frecuentar el Centro Islámico.

Posteriormente se convirtió al islam y en 1999, junto con otros tres compañeros, fundó la Asociación Musulmana Latinoamericana de Los Ángeles (www.lalma.org), una organización cuyo objetivo es no sólo reunir a los latinos que abrazan la religión musulmana, sino a cualquiera que necesite ayuda con la transición a una nueva práctica religiosa.

El Centro Islámico también es una de las 52 mezquitas —centros de práctica del islam— existentes en Los Ángeles, y está enclavada en pleno centro urbano, en una zona mayoritariamente latina. Hace unos años, Marta y otros comenzaron a notar que entre las personas que entraban por curiosidad, pidiendo información, muchos eran latinos.

La organización promueve clases en español de introducción al islam, lectura del Corán (el libro sagrado musulmán) y clases de árabe, idioma clave en la práctica del islam por ser la lengua en que está escrito originalmente el Corán.

El árabe como lengua de práctica religiosa es, según los expertos, lo que lleva a la confusión de que el islam es una religión de los árabes o personas del Medio Oriente, aun cuando hay muchos árabes que no son musulmanes (los hay cristianos y judíos, por ejemplo) y muchos musulmanes que no son árabes, como los iraníes, paquistaníes e indios, bosnios, somalíes o nigerianos, entre otros.

En Estados Unidos, la tercera parte de los musulmanes son afroamericanos, una religión que tienen como herencia cultural de sus antepasados del oeste de África.

Pero el surgimiento de pequeños, pero crecientes, grupos de latinos que se están convirtiendo al islam, ha llamado la atención de la comunidad musulmana de Los Ángeles y de otros rincones del país.

Afinidad cultural

Aunque en América Latina ha habido durante años grupos de inmigrantes musulmanes, sobretodo personas del Medio Oriente como Líbano, Turquía y otros países, la mayoría de los latinos no nace en el islam y los que se convierten lo hacen porque sienten una atracción personal por la forma en que se practica.

César Domínguez, quien nació en San Diego y se crió en el D.F. y Baja California, explica que antes de convertirse al islam era católico practicante, “pero de una forma muy privada”, explica. Pero tras un viaje turístico a Egipto, tras visitar mezquitas y convivir por unos días con los musulmanes, comenzó a sentirse atraído por la religión.

“En realidad, fue una luz que me llegó y me permitió comunicarme con Dios de una manera muy reconfortante. Me llamó la atención que rezan a diario, cinco veces al día. El hecho de que se estudia mucho y que he ampliado mi conocimiento”, explica.

Lo que también le llamó la atención fueron las influencias del árabe en el idioma español. “Un día, en Egipto, entré a una tienda a comprar jabón y después de mucho luchar para que me entendieran, me enteré que la palabra árabe para jabón es savón, muy parecido al español. Luego me di cuenta de que hay muchas otras palabras de nuestro idioma que vienen del árabe”.

La razón está en la historia. Los árabes ocuparon España durante 800 años, entre los años 711 hasta 1610. De allí las influencias árabes en la lengua, la música —el baile flamenco es similar en gestos a los bailes del Medio Oriente— y la arquitectura.

Entre los que acompañaron a Cristóbal Colón a América venían algunos musulmanes, quienes aplicaron su conocimiento de arquitectura en la construcción de templos católicos, a instancias de la Corona Española, de allí que algunas iglesias antiguas de Centro y Sudamérica lucieran como mezquitas.

Hoy, muchos latinos ven esos antecedentes históricos como una razón por la cual tienen afinidad con el islam.

“Los latinos parecen musulmanes naturales, creo que tienen muchos valores culturales que son afines con el islam, como la unión familiar. Los católicos también tienen muchos de estos valores, la ética de trabajo, el mantenerse cerca de la familia, el ayudarse mutuamente’, explica Dafer Dhakil, director de relaciones públicas de la Fundación Omar Ibn Al Khattab, con sede en la mezquita del mismo nombre ubicada en Exposition Blvd., en Los Ángeles.

Otros, simplemente lo ven como una expresión de la amplitud del islam.

“Muchos estadounidenses se extrañarán de que haya latinos musulmanes”, señala Reza Aslan, autor del bestseller No god but God, quien explica la evolución del islamismo a lo largo de la historia. “De hecho, la religion musulmana es una de las más amplias del mundo y gentes de todas las nacionalidades, etnias y esquinas de la Tierra la practican”.