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April - June 2005, Islam

La Orden Social Islámica

Por Maulana Abul Ala Maududi

http://www.whyislam.org/877/Espanol

La Igualdad de la humanidad

Alá creó un par de humanos para anunciar el principio de la vida humana en la tierra, y todos que vive en el mundo hoy origina de este par. La progenie de este par era inicialmente un solo grupo con una religión y una misma lengua. Pero como sus números aumentaron gradualmente, se separaron todos sobre la tierra y, como resultado natural de su diversificación y crecimiento, fueron divididos entre varias tribus y nacionalidades. Vinieron hablar diversos idiomas; sus modelos del vestido vino a variar; y sus maneras de vivir también eran extensamente diferentes. El clima y el ambiente afectaron su color y características físicas. Todas estas diferencias existen en el mundo real y el Islám no intenta no hacerle caso. Pero desaprueba los prejuicios que se han presentado entre la humanidad debido a estas diferencias en raza, color, lengua y nacionalidad. El Islám dice claramente a todas personas que vienen de los mismos padres y por lo tanto son hermanos e igual como seres humanos.

Islám dice que si hay cualquier diferencia verdadera entre personas no puede ser de raza, de color, de país o de la lengua, pero de ideas, de creencias y de principios. Dos niños de la misma madre, aunque pueden ser iguales desde el punto de vista de una ascendencia común, tendrán que ir sus diversas maneras en vida si diferencian en su creencia y conducta moral. Al contrario, dos personas, uno en el este y el otro en el oeste, aunque geográficamente separado por distancias extensas, pisarán la misma trayectoria en vida si comparten el mismo código del comportamiento moral. En base de este principio fundamental, el Islám trata de construir una sociedad ideológica con principios muy diferentes de las sociedades raciales, nacionalistas y parroquiales que existen en el mundo de hoy.

La base del esfuerzo cooperativo entre hombres en tal sociedad no es el lugar de su nacimiento sino de un credo y de un principio moral. Cualquier persona, si él cree en Alá como su amo y señor y acepta la dirección de los profetas como la ley de su vida, puede ser parte de esta comunidad, aunque sea un residente de América o de África, si pertenece a la raza Semita o Ariano, si él es negro o blanco, si habla una lengua europea o el árabe. Todos que participan en esta comunidad tendrán los mismos derechos y estado social. No lo sujetarán a ninguna distinciones raciales, nacionales o de clases. Nadie serán mirados como altos o bajo. No habrá intocabilidad. No habrá restricciones especiales sobre ellos en la fabricación de uniones, comidas, bebidas y contratos sociales. Nadie serán mirados como inferior debido a su nacimiento o trabajo. Nadie demandarán derechos distintos en virtud de su casta, comunidad o ascendencia. El mérito del hombre no dependerá de sus conexiones, su familia o riquezas, pero solo si él es mejor que otros en conducta moral o sobresale otros en rectitud y piedad.

Tal orden social supera límites geográficos y las barreras de la raza, del color y de idioma, es apropiado para todas partes del mundo; en sus fundaciones la fraternidad universal del hombre puede ser hecho. En las sociedades basados en la raza o la nacionalidad solamente esas personas quienes pertenecen a tal razas o nación pueden entrar, pero en el Islám cualquier persona que acepta su credo y los estándares morales pueden ser miembros, poseyendo los derechos iguales de todos. Ellos que no aceptan este credo, aun no recibido entre la comunidad, son tratado con tolerancia y humanidad y garantizaron los todos derechos básico del ser humano.

Está claro que si dos niños de la misma madre diferencian en sus ideas, sus maneras de vida serán diferentes; pero esto no significa que dejan de ser hermanos. De la misma manera, si dos naciones o dos grupos de gente viviendo en el mismo país diferencian en su creencia, principios e ideología fundamentales, sus sociedades también diferenciarán ciertamente; pero continuarán compartiendo los lazos comunes de la humanidad. Por lo tanto, la sociedad islámica ofrece a las sociedades no-Musulmanes los derechos máximo culturales y sociales que pueden posiblemente ser dado.

La Institución de la Familia

La institución primera y fundamental de la sociedad humana es la familia. Una familia se establece con la unión de un hombre y de una mujer, y su contacto trae la existencia de una nueva generación. Esto entonces produce los lazos de parentesco y comunidad, que, alternadamente, desarrollan gradualmente otras relaciones. La familia es un instrumento de continuidad que prepara la generación que tiene éxito para servir la civilización humana y para descargar sus obligaciones sociales con dedicación, sinceridad y entusiasmo. Esta institución no recluta simplemente los cadetes para el mantenimiento de la cultura humana, sino positivamente desea que los que vienen serán miembros mejores de la sociedad. En este respecto la familia puede verdaderamente ser llamada la fuente del progreso, desarrollo, prosperidad y de la fuerza de la civilización humana. El Islám por lo tanto dedica mucha atención a los temas referente a la familia y se esfuerza establecerla en las fundaciones más sano y más fuerte.

Según el Islám la relación correcta entre el hombre y la mujer es el matrimonio, una relación en la cual las responsabilidades sociales se aceptan completamente y que resulta en una familia. La permisividad sexual y otros tipos similares de comportamiento irresponsable no son despedidos por Islám como pasatiempos inocentes o transgresiones ordinarias. Mejor dicho, son actos que pegan a las raíces de la sociedad. De ahí, el Islám considera el sexo fuera del matrimonio como pecaminoso y prohibido (haram) y la marca como una ofensa criminal. Castigos severos se prescriben para disuadir delincuentes aspirantes.

El velo regula la asociación libre de los hombres y de las mujeres. También hay restricciones en cuadros obscenos y música eróticas y desanima por extensión todas formas de pornografía. Estas restricciones son armas usadas en la lucha para proteger y fortalecer la institución de la familia.

El Islám no mira al celibato del adulto simplemente con desaprobación, él invita a cada joven a tomar las responsabilidades sociales de la vida casada apenas como sus padres hicieron en su tiempo. El Islam ve al ascético y el celibato como estando sin ninguna ventaja; los ve saliendo de la naturaleza del hombre y como actos de rebelión contra el esquema divino.

El Islá también desaprueba fuertemente esos ritos, ceremonias o restricciones que tiendan para hacer la unión matrimonial un asunto difícil. El Islám intenta hacer la unión matrimonial el más fácil y la fornicación la cosa más difícil de la sociedad, y no viceversa como está en la mayoría de las sociedades hoy. Por lo tanto, después de excluir a ciertos parientes de sangre de entrar al matrimonio uno con el otro, ha legalizado la unión con los restos de los parentescos cercanos y distantes. Ha quitado todas las distinciones de castas y de comunidades, y ha permitido matrimonios de cualquier musulmán con cualesquiera otros musulmanes. Ha impulsado que el dote (majr) debe ser fijo en una figura que se pueda llevar fácilmente por ambos lados. Ha dispensado con la necesidad de sacerdotes y de oficinas de registro. En la sociedad islámica una unión es una ceremonia simple y sencillo que se puede realizar dondequiera antes de dos testigos, aunque es esencial que los procedimientos no se deben mantener secretos. La sociedad debe saber que los pares ahora van a vivir como marido y mujer.

Parentescos y Vecinos

Después del círculo limitado de la familia, la esfera social siguiente es la del parentesco y de otras relaciones de sangre. El Islám desea todo el que sea relacionado por padres comunes, hermanos y hermanas comunes o la unión matrimonial ser cariñosos, cooperativos y provechosos uno al otro. En muchos lugares en el Corán, el buen tratamiento de las relaciones cercanas (Dhawi-al-qurba) se impone. En el Hadiz del profeta, las bendiciones y la paz estén con él, el tratamiento apropiado de sus relaciones ha sido enfatizado y se ha contado fuertemente entre las virtudes más altas. La persona que trata sus relaciones con frialdad o los trata con indiferencia es mirado por el Islám con gran desaprobación.

Pero esto no significa que es una virtud preferir sus familiares. Si tal apoyo o preferencia hacia sus relaciones da lugar a injusticia, es repugnante al Islám, y se condena como acto de ignorancia (yahiliah). Semejantemente, está completamente contra los principios del Islám para que un oficial del gobierno apoye sus relaciones al costo público o favorezca a su parentescos en sus decisiones oficiales: esto sería realmente un acto pecaminoso. El tratamiento justo de sus relaciones, según impuesto por el Islám, debe ser de su propio costo y dentro de los límites de la justicia y de la honestidad.

Después de las relaciones vienen sus vecinos. El Corán los ha dividido en tres categorías: un vecino que también es una relación; un vecino que es un extranjero; y un vecino ocasional o temporal con quien uno sucede vivir o viajar por cierto tiempo. Todos merecen de compasión, cariño, amabilidad y tratamiento justo. El profeta, las bendiciones y la paz estén con él, una vez dijo que el derecho del vecino fue acentuada tan fuertemente por el ángel Gabriel que él pensó que los vecinos podían incluso compartir su herencia. (Bukhari y Muslim)

En un Hadiz el profeta, las bendiciones y la paz estén con él, dijo: Cualquier persona que tiene un vecino quien no esta seguro de sus fechorías no es un creyente verdadero. (Bukhari y Muslim) En otro Hadiz, él dijo: Una persona que goza de una comida mientras que su vecino esta muerto de hambre no es un creyente verdadero. (Ahmad, Baihaqi). El profeta, las bendiciones y la paz estén con él, fue preguntado una vez por el destino de una mujer que realizaba muchos rezos y ayunaba extensivamente y que daba limosna frecuente, pero que vecinos se quejaban de su lengeta abusiva. Él dijo: Tal mujer estará en el fuego del Infierno. Él después fue preguntado sobre otra mujer que no poseyó estas virtudes pero no preocupó sus vecinos tampoco, y él dijo: Ella estaría en el paraíso. (Ahmad, Baihaqi) El profeta, las bendiciones y la paz estén con él, ha puesto tanto énfasis en ser considerado a los vecinos que él ha aconsejado que siempre que un musulmán traiga una fruta casera para sus niños, él debería enviar algunos a sus vecinos como regalo, o tomar por lo menos cuidado para no ofenderlos lanzando las peladuras fuera de su puerta. En otra ocasión él dijo: Un hombre es realmente bueno si sus vecinos lo miran como tal, y malo si lo consideran asi. (Ibn Majah)

Islám, por lo tanto, requiere a todos los vecinos ser cariñosos y provechosos y compartir cada cuales dolores y felicidades. Los impone para establecer relaciones sociales en las cuales uno puede depender en el otro y considerar la vida, el honor y la propiedad seguro entre sus vecinos. Una sociedad adonde dos personas, separadas solamente por una pared, permanecen desconocidos por años, y en cuál no tienen ningún interés ni confían en ésos que viven en la misma área, nunca puede ser llamada Islámica.

Después de éstos vienen las relaciones más amplias que cubrían al conjunto de la sociedad. Los amplios principios en cuales el Islám quisiera que la gente estructurara sus vidas sociales son:

A cooperar en actos de calidad y de rectitud y no cooperar en actos del pecado y de la injusticia (al-Maidah 5:2)

La amistad de uno debe de ser solamente para buscar el placer de Alá (Dios): lo que usted da debe ser dado porque Alá tiene gusto en él ser dado, y lo que usted retiene debe ser retenido porque Alá lo desea. (Tirmidhi) Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Alá. Si la gente de la Escritura creyera, les iría mejor. Hay entre ellos creyentes, pero la mayoría son perversos. (Al- ‘Imran 3:110)

No piense mal uno al otro, ni sonda en los asuntos de otros, ni incite uno contra el otro. Evite el odio y los celos. No se opongan innecesariamente. Permanezcan siempre siervos de Alá, y vivan como hermanos uno con el otro. (Muslim)

No ayude un tirano, conociéndolo como tal. (Abu Daud)

Apoyando la comunidad cuando está mal es como caer en un pozo mientras que coge la cola de su camello que estaba a punto de caer en ella. (Abu Daud; Mishkawt)

Ninguno de ustedes serán creyentes verdaderos a menos que él quiera para otros lo qué él quisiera para él. (Bukhari y Muslim)

Este artículo tiene extractos de un discurso dado por Maulana Abul Ala Maududi.